Historia del Longboard

 

El longboarding es considerado un deporte muy popular en nuestro país. Es un deporte que surgió alrededor de los años 60. Los longboards se utilizarían comúnmente para poder sentir la velocidad al bajar grandes cuestas. Actualmente, se llevan a cabo en carreras de competición en todo el mundo junto al skate. Es muy importante, al practicar este deporte, usar material de protección como casco o rodilleras. La velocidad máxima alcanzada se ha establecido alrededor de los cien kilómetros por hora con este equipo. Por eso, tiende a ser un deporte que alcanza grandes velocidades, un equipo muy rápido debido al tamaño de las ruedas, con materiales de construcción más precisos y de muy alta calidad. Por eso, muchas de estas tablas se cuelgan con un soporte para longboard sobre una pared, para evitar dañar y causar desperfectos en ellos. Además, el colgador para longboard serviría de complemento al soporte.

Los longboards son comúnmente utilizados para carreras de descenso, deslizamiento, carreras de larga distancia o, incluso, como medio de transporte. En pocas palabras, un longboard es un tipo de equipo deportivo similar a una patineta o monopatín, pero mucho más largo. Se podría considerar los longboards como una subcategoría de monopatines o “skates”. Por eso se puede dividir la historia de este magnífico equipo deportivo en varias etapas: la primera se asocia a la historia de su antecesor, la tabla de surf, y el longboard como tal.

Historia del longboard surf

Es difícil creer que una tabla de madera pudiera dar lugar a un modo de vida completamente distinto que incluyera música, un vocabulario esotérico o, incluso, una forma de espiritualidad propia. Pero cuando se utilizó para montar las olas, ese tablón se convirtió en una tabla de surf. Y, así fue como los hawaianos empezaron con este deporte o, más bien, con esa forma de vida y cultura. Para ellos, siempre el surf ha sido una mezcla de deporte recreativo y ritual sagrado.

El surf era para Hawái y sus antecesores un asunto profundamente espiritual, desde el arte de montar las olas hasta rezar por el buen surf o hasta los rituales que rodean la construcción de una tabla de surf. El surf no era solo una actividad recreativa, sino también un ejercicio de entrenamiento para jefes hawaianos y un método y medio de resolución de conflictos. Había dos clases de tablas de surf en aquellos tiempos, un ‘olo‘ (montado por los jefes o los nobles conocidos como el ‘Alii’) y un ‘alaia’ (montado por los plebeyos). Las tablas de madera fueron fabricadas usando el Wili Wili, el Ula y el árbol de Koa. Su tamaño variaba según la clase social: los nobles y jefes tenían tablas más largas, mientras que los plebeyos disponían de tablas mucho más cortas.

Al ser bendecida con todo tipo de características costeras y playas paradisiacas, Hawái sigue siendo la meca de los surfistas. Cabe destacar que cuando el capitán Cook llegó a las islas a finales del siglo XVIII, se encontró en su diario el primer documento escrito que mencionaba el surf y que destacaba las habilidades de embarque de los hawaianos.
No obstante, para aquella época, los misioneros que fueron tras Cook a la isla tacharon el surf de ser un arte moribundo, potenciado por la influencia de las severas opiniones religiosas del norte de Europa. No fue hasta principios del siglo XX cuando comenzó un renacimiento de este deporte acuático. Gracias a los modernos medios de transporte y comunicaciones, la tabla de surf estaba, literalmente, a punto de captar su ola más grande.

A partir del comienzo del siglo XX, en Australia, la práctica de surf data oficialmente del año 1915, cuando fue instaurada por el gran duque Kahanamoku. Pero no fue hasta 1956 cuando el surf moderno realmente llegó a cuajar, gracias a un grupo de surfistas y salvavidas californianos. Los californianos les llevaron a los australianos las nuevas tablas de Malibú, hechos y fabricados por Joe Quigg, Velzy y Jacobs, personajes famosos del surf de aquel momento. Así, la presencia de los californianos tuvo un gran impacto en la escena del surf australiano, sobre todo por las novedosas tablas de Malibú de fibra de vidrio que dominaban aquella época.

Por otro lado, en aquellas fechas destacó la figura de George Freeth, quien se trasladó al continente americano y se instaló en la costa oeste. Así se convirtió en el primer surfista profesional del mundo conocido.

Los jóvenes californianos no tardaron en abrazar esta nueva locura e, inmediatamente, se sumaron a la afición por este deporte. Se realizaron exhibiciones para construir y dar distintas formas a las tablas. En muchos sentidos, se intentaba dar con nuevos resultados y características: tablas de menos peso, que contaran con más fuerza, mayor estabilidad y maniobrabilidad.

El isleño Tom Blake perforó agujeros en su propia tabla para poder conseguir rebajar el peso, después pegó un material de contrachapado a la tabla usando un pegamento impermeable. Así, este modelo de Tom Blake se convirtió en la plantilla para la primera tabla de surf, un tipo de tabla que luego sería producida en masa. En 1935, Blake añadió una aleta (también llamada ‘skeg’) en la parte inferior en el extremo de la cola.

Después de la Segunda Guerra Mundial vino el uso de fibra de vidrio con Pete Peterson, quien fabricó la primera tabla con este material en el año 1946 con espumas de poliuretano.

A mediados y finales de los años 50, Hawái se volvió muy popular por sus grandes olas. Muchos californianos se apresuraron a las islas para surfear estas olas gigantes, incluyendo nombres famosos como Greg Noll, Miki Dora y George Downing. George Downing fue uno de los responsables del desarrollo de la tabla de surf moderna. Su tabla era más larga y estrecha, facilitando el remo hacia fuera y provocando ondas más grandes y más fáciles de controlar.

Hacia finales de los años 60, los longboards cayeron en picado y aumentó el uso de shortboards en el agua. Los shortboards eran tablas más pequeñas pero más fáciles para los principiantes (requerían menos esfuerzo al remar y capturaban mejor las olas).

Mucho más adelante, las tablas de surf longboard resurgirían en los años 90, en parte debido a todos aquellos que tendrían una cierta nostalgia por las tablas más grandes y que quisieran volver a recordar las tablas de sus viejos tiempos en el agua. Para esa década, ya muchos surfistas utilizarían ambos tipos de tablas, tanto longboard como shortboard, pero su elección se determinaría por la forma y fuerza del oleaje en el momento. Con un longboard, el deslizamiento a través del agua en línea recta estaba asegurado, realizándose de una forma limpia y eficaz, mientras que con un shortboard se encontraba más capacidad de maniobra y capacidad dinámica aunque algo menos de velocidad en línea recta.

La tabla de surf contemporánea es una combinación de ingenio tecnológico y materiales de alta calidad. Una combinación de tecnología aerodinámica con comodidad y facilidad de maniobra a la vez. Además, las tablas de surf, se habían vuelto mucho más delgadas y más ligeras, permitiendo una navegación más radical y maniobras aéreas. El longboard, casi olvidado, volvió a la escena, siendo una opción popular entre los surfistas de hoy, especialmente con los aprendices y los surfistas mayores. Las tablas de surf que se montan actualmente han experimentado grandes mejorías, tanto en calidad como en otros aspectos. Muchos hombres han dedicado gran parte de su tiempo y de su vida a la búsqueda de la formación y desarrollo de este deporte. Los avances en el diseño de tablas de surf a lo largo de los años van desde el tamaño, peso y forma, a las aletas y los materiales utilizados. También se han intentado desarrollar diferentes tablas para abarcar diferentes tipos de olas.

El diseño de la tabla ha sido siempre algo muy personal. Los surfistas profesionales trabajan estrechamente con los fabricantes de tablas. Cada surfista monta y surfea las olas de manera diferente, teniendo unas necesidades distintas a las de otros surferos. Ellos mismos saben, mejor que nadie, cómo necesita ser su tabla de surf para poder practicar el deporte. El proceso de diseño de una tabla de surf ha sido siempre un caso de ensayo y error. Una plantilla se diseña y, después, se experimenta en el agua. Después se analiza si el modelo es viable o se rediseña.

Historia del longboard

La historia del ‘longboarding‘ se inicia en el año 1959. Este concepto deportivo se concibió en el vientre de los surfistas en Hawái, a partir del mundo del surf anteriormente explicado. En ese tiempo, los surfistas de Hawái tenían que depender de las olas y del tiempo atmosférico para poder surfear con su tabla. Pero como todos los días no encontraban las olas adecuadas, decidieron e idearon practicar algo parecido al surf mientras no hubiera olas en el mar. Este tipo de pensamiento les ayudó a inventar el longboard o, lo que sería lo mismo, el surf en la misma calle.

De este deseo, el longboard adaptó su apariencia a través de la fabricación de la tabla de skate, traduciéndola de la tabla de surf. En este sentido, primero habría aparecido el mítico y clásico “skate” que ​​luego se convertiría en longboard. Para obtener una mejor comprensión sobre el longboarding, a continuación se detallará más sobre su evolución.

En el último período de la década de 1950 el patinete, monopatín se consideraba como un juguete para niños en Estados Unidos. Así, decidieron que la tabla debía necesitar algún ajuste para hacer el “juguete” perfecto.

La conceptualización inicial con respecto al longboard había sido creada por un grupo de surfistas en Hawái entre los años 1959 y 1965. Así, hicieron la versión más pequeña de la tabla de surf con un pedazo de madera contrachapada gruesa. De este modo, la ataron a un coche y se dejaron llevar rodando, empezando a practicar con el primer skateboard por aquel entonces.

En la etapa inicial, los corredores de olas o surferos empezaron a utilizar el monopatín cuesta abajo para poder sentir la velocidad, como si de una ola se tratase. De tal manera, el skateboarding se hizo popular entre los surfistas de Hawái y California.

En esta época, el llamado ‘streetstyle‘ y lo que era bajar colina abajo a toda velocidad (el llamado ‘downhill’) eran las actividades principales que aportaba este monopatín. Poco a poco, se desarrolló la construcción de la patineta para que pudiera rodar mejor en la calle, proporcionándole así una mejor experiencia y tecnología al amante de ese equipo deportivo.

Progresivamente, el skateboarding fue cobrando más popularidad entre los surfistas. En ese tiempo, un ejemplar de pequeño tamaño como Penny Skateboards era muy popular. En los años 60, algunas empresas empezaron a aumentar su fabricación de skates por el aumento de la demanda creada en el mercado y por el incremento de su popularidad en la costa de California.

De esta manera, la primera exhibición de skateboarding se celebró en 1963 en California. A partir de ese momento, su tabla se hizo más popular entre los surfistas de aquella época, sobre todo porque este deporte permitiría llevar a cabo una amplia variedad de trucos, permitiéndoles sentir la velocidad, sin necesidad de esperar la ola o el clima deseado. Día tras día, se convirtió en un nuevo instrumento de deporte extremo entre la juventud de los Estados Unidos.

Sin embargo, llego una época de declive para este deporte. Su popularidad de aquel momento se vio altamente disminuida en los años sesenta. Las tablas de esa época eran fabricadas con ruedas de metal y arcilla, unos materiales que no eran estables. Además, ese tipo de ruedas no eran seguras para los skaters, por lo que muchos de ellos se vieron lesionados tratando de hacer algunos trucos. Estos tipos de skates iniciales no eran lo suficientemente fuertes y, menos aún, duraderos. Así es como los padres de los niños preferían evitar que sus hijos pudieran dar desde un simple paseo en estas tablas a practicar y realizar trucos con ellas.

No obstante, en los años 70 se volvió a la normalidad y se destacó por ser una década de oro por el gran desarrollo tecnológico del monopatín y del longboard. En este período, un grupo de corredores de longboard decidió producir tablas que pudieran conducirse y manejarse fácilmente. Las tablas de longboard empezaron a ser destacadas en revistas como la titulada ‘Cult of the Longboard’ en 1978. A partir de aquí, se empezó a referir el longboarding como una forma de vida o un nuevo estilo de vida. Inventaron la rueda de poliuretano en esta etapa para el mejoramiento de la patineta y longboard. Así se proporcionaría más tracción y rendimiento en la tabla.

Aunque este período fue importante para la mejora de la patineta y aunque se recuperó bastante de su anterior decadencia, la popularidad no se alcanzó al nivel que se esperaba.
A partir de aquí, se empieza a notar una independencia e individualidad entre el skate y el longboard. Ambos se independizaron en identidad, el primero, utilizado para cruzar calles a alta velocidad y el segundo, para la realización de trucos.

Para el desarrollo en la década de 1980, el longboard de este período empezó a adquirir bastantes diferencias comparadas con el longboard del principio. Aunque los longboards de los años ochenta son diferentes y tienen ya su propia identidad, cuentan más o menos con del mismo tamaño y forma que el skateboard del mismo periodo. Sin embargo, el longboard, con las grandes ruedas de poliuretano, fue el que debutó al ser una tabla más suave y cómoda de llevar. Este longboard de ruedas de gran tamaño fue fabricado como un minilongboard del tamaño de 55 a 76 cm. Los usuarios se sintieron atraídos por este longboard más pequeño, ya que era fácil de llevar y adecuado para poder colocarlo en un armario o un lugar donde poder resguardarlo, o incluso en un soporte para longboards. También, el hecho de llevar consigo mismo el longboard fácilmente en la mano o en una mochila facilitó bastante la popularidad de este equipo más ligero y pequeño.

El longboard ha obtenido la mejor puntuación en todas las características a partir de los años noventa. Antes de la empresa “9 Sector”, no se producía ningún longboard en el mercado. Fue a mediados de la década de 1990, cuando 9 Sector comenzó la producción del longboard comercialmente. Por lo tanto, esta tabla contó con la enorme popularidad y el uso extensivo de la misma. En este período se dio una gran revolución en lo que es la sistemática y tecnología del longboard.

La compañía de por aquel entonces introdujo el truck invertido para el longboard. Este tipo de truck es un componente que ha hecho el longboard más sensible y maniobrable. Los usuarios así podían controlar fácilmente la tabla y obtener una mejor estabilidad sobre ella.

Por otro lado, la época online y el auge de internet han iniciado otro hito en lo que respecta al longboard en los años 90. Aparecieron así varias comunidades en la red de usuarios y aficionados del longboarding que fueron creadas a través de Internet. Desde estas, comenzaron a compartir opiniones sobre las distintas compañías, intercambiaban trucos y piezas, evaluaban la calidad del material y mostraban así ideas sobre cómo fabricar una tabla de longboard. Con este proceso, el longboard obtendría más popularidad, desarrollándose ampliamente en esta década. Así, en este período, la historia del longboarding fue enormemente enriquecida con todos sus aspectos.

El estilo de conducción del longboard ha ido mejorando día a día. Al principio, el longboard se utilizaba solamente para descender calles y cuestas a gran velocidad. En la década del 2000, el longboard se convirtió en una poderosa herramienta y equipo para los jóvenes y amantes del deporte. Poco a poco, el longboard ha sido utilizado para diferentes y diversos propósitos. Además del descenso, el longboard se utiliza para multitud de otros estilos como ‘freestyle’, ‘carving’, ‘free riding’, ‘sliding’, etc. comúnmente llamados en inglés. También se pueden hacer varios trucos con esta tabla. El ‘ollie’ y el ‘flipkick’ son los trucos más populares que pueden llegar a hacerse. De esta manera, el longboard es un artículo deportivo o equipamiento que da lugar a una amplia gama de estilos y usos.

En 2010, el longboard se volvió altamente popular entre las masas. Desde el que viaja por la ciudad en un longboard como alternativa a otros tipos de transporte, hasta el que lo utiliza como forma y estilo de vida. Muchos adultos han empezado a utilizarlos como método de transporte e, incluso, con un propósito de diversión, para volver a recordar sus tiempos de adolescencia.

El renombre del longboard es tan amplio que se extiende hasta la edad actual. No obstante, ahora es técnicamente un deporte más avanzado y desarrollado en todos los aspectos. Todos los mejores materiales de calidad se utilizan en el longboard de hoy. El longboard eléctrico también está disponible en los mercados actuales. Hay grandes diversificaciones en el uso de esta tabla y la popularidad y la aceptación del longboard han aumentado drásticamente en esta época. Día a día, están aumentando los nuevos usuarios y aficionados a este deporte. Actualmente, la fabricación de longboard y todo lo que conlleva es una gran industria que engloba incluso a marcas de ropa, zapatillas y materiales de protección, entre otros. De hecho, negocios y marketing en la industria del longboard se han visto ampliamente aumentados y destacados en los últimos años.

Como resultado de este aumento de exposición al mundo, muchas personas se están viendo atraídas todos los días por esta industria, sumándose más y más aficionados nuevos. Así, entre la generación actual, el longboarding es una diversión absolutamente natural y que ya no se encuentra fuera de lo normal. Por otro lado, cabe destacar que la creciente demanda de longboard está permitiendo mejorar sus aspectos técnicos rápidamente. Ahora, los usuarios pueden elegir una tabla de una gran variedad de formas y tipos. Los fabricantes han estado actualizando sus diversas características tecnológicas, siempre aportando una buena calidad de la superficie de la tabla y de los materiales del truck.

Historia del longboard en España

No se puede datar con exactitud el momento en que apareció el primero en España. El hecho de remontarse a los “skates” sería la explicación inicial de la introducción de ellos en España. A mediados de los años 60 fue cuando empezaron a verse en las calles. Hasta entonces, se había visto, como máximo, algún invento con cajas de madera y patines viejos.

El Team Sancheski, situado en el País Vasco, se encargaría a partir de esos años de introducir y potenciar al máximo su integración en España. Sus miembros fabricarían los primeros a base de madera de haya y ruedas de hierro y aluminio. Poco a poco, fueron mejorando más y más estos materiales para darle una mejor calidad al equipo.

Durante los años 70, el skateboard fue creciendo muy poco a poco en nuestro país, y no es hasta mediados de dicha década cuando empieza a dar el verdadero salto en la sociedad. A partir del año 1975, se empiezan a conocer exhibiciones y campeonatos en España de skaters jóvenes de apenas 16 años de edad. Hubo un fuerte boom entre los años 1977 y 1980, pero, pasados estos años, decreció su popularidad. En esos años destacaron figuras como Eduardo Graells, John McDonalds, Paco Gavas, que gano varios campeonatos o Gonzalo Rodríguez, entre otros, pertenecientes al Club de Catalunya.

Este deporte apareció como una moda más. Los primeros en fabricarse fueron los de la marca Ski Sancheski, con madera y ruedas de hierro, en el año 1966. Más tarde, aparecieron otras marcas como Vecar y Amaya (la cual también realizó exhibiciones por España). La mayoría, eran de reducido tamaño, poco prácticos que no daban juego para poder realizar trucos. Posteriormente, aparecieron nuevos materiales como el plástico, la fibra de vidrio y otros, siendo impulsados por la casa Sancheski. Uno de los modelos más destacados fue el Sancheski top naranja, un clásico de aquella época que los más aficionados pueden conocer o recordar hasta la actualidad.

Otras marcas fueron apareciendo posteriormente, como Suzycats, Vecar, Nai, Skider, Moby Board o Skater. En su mayoría, surgieron como fabricantes de patines que luego pasaron a fabricar algún modelo específico. No había demasiadas tiendas especializadas en aquella época y, además, era difícil conseguir skates de importación.

En el año 1975 apareció la primera tienda en Madrid y en toda España dedicada a este deporte, llamada“Caribbean”. Y en 1976, ya empezó a notarse un gran aumento de aficionados, empezando a estar más de moda y alcanzando un gran pico entre los años 1978 y 1979. Como anteriormente se ha dicho, llegó un declive en los años 80. El auge de los años nombrados anteriormente tuvo lugar, principalmente, en el País Vasco, Madrid, Cataluña y Sevilla. A mediados del año 1979 y sin poderse federar este deporte aún a nivel nacional por considerarse peligroso, se creó la Asociación Española de Skateboard, dentro de la Federación de Patinaje, con sede en Barcelona. En este mismo año, se crearon los primeros Skate Parks, uno en el Arenys de Munt en Barcelona por el vicepresidente del Skate Club Catalunya y otro en el Parque Sindical de Madrid, llevado a cabo por el mismo esfuerzo y sudor de los skaters. Esta asociación permitiría establecer normas y medidas para las competiciones oficiales. En 1980, la casa Sancheski lanzó al mercado el modelo profesional firmado por Ricardo Damborenea, un conocidísimo skater de la misma marca.

Después de la “época oscura” y de su desaparición en los años 80, volvió a tener un nuevo resurgimiento, que en elaño 1986 empezó a notarse aún más. Para aquel entonces, la película ‘Trashin’ pudo ayudar a su promoción en nuestro país.

La ciudad de Sevilla fue una de las ciudades destacadas donde empezó a tener de nuevo una gran repercusión. Los monopatines que volverían para esta nueva época tendrían características novedosas, se veían aparatos más anchos, con mejores materiales y calidades y los antiguos pasarían ya a la historia. Empezarían a ganar terreno los productos de importación como Santa Cruz o Powell-Peralta, por lo que arribarían a España nuevas subcategorías como el longboard.

En el año 1988 se impulsaría con muchísima más fuerza aún. Se reflejará en tablas, revistas, vídeos, ropa, calzado, tiendas y todo tipo de materiales para el esta actividad, así como numerosísimos repuestos. Los skateparks siguieron cobrando vida, construyéndose más y más. Para este año, ya se habían construido tres más en País Vasco y uno en Salamanca, en el parque Würzburg. Hasta el momento, los skateparks eran de pago. En las islas Canarias también habían aparecido rampas pero siendo privadas. Además, la edad de los skaters habría aumentado hasta alrededor de los veinte años de edad. Skaters de otros países visitarían España, como Rob Robscopp o el equipo de Santa Cruz o incluso Tony Hawk. En esta época, destacó el español Francisco José Burgos de Madrid, que llego a ser campeón de España.

Ya dentro de los años 90, el estilo street estaría más incrustado en el corazón de los skaters españoles. Las tablas ligeras con el tail y la nariz redondeadas ya estarían más de moda para aquel entonces, y ellas permitirían realizar mejores trucos.

Barcelona destacó mucho en la época de los Juegos Olímpicos de 1992, ya que se aumentó el número de skateparks y spots. De hecho, se considera una de las capitales europeas en skateboarding, gracias a sus buenas infraestructuras. Este deporte, en España, se considera como un deporte joven. España tiene uno de los mejores grupos de patinadores profesionales a nivel europeo, skaters como Daniel Lebrón, Javier Mendizábal, Iván Rivado, entre otros. Las regiones que cuentan con más aficionados son Cataluña, Madrid y País Vasco.

Por otro lado, España y el monopatín han repercutido ampliamente en el resto de países europeos, sobre todo con empresas y marcas como Sancheski, Nomad, Eina, Cabra, Alai (líder en tablas en España) o Jart skateboard.

 

 

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