Elegir el mejor asiento portaniños y silla portabebés para bicicleta

Sabemos bien lo mucho que os gusta salir a montar en bicicleta con los más pequeños. Infundirles el amor a este deporte y, además, hacerlo en familia descubriendo el mundo y la naturaleza es, sin duda, uno de los mejores planes que los padres pueden hacer con sus hijos.

Pero si bien a partir de los 6 años nos podrán acompañar con una bicicleta adecuada a su altura y peso, tal como os explicamos en nuestro post dedicado a daros diversos consejos para elegir la mejor bicicleta infantil, algunos son demasiado pequeños para montar en bicicleta y nos tienen que acompañar de otra forma.

¡Los bebés no tienen por qué quedarse en casa, para eso están los asientos para niño y las sillitas portabebés de bicicleta!

Soporte de pared para bicicleta marca Meollo

Vamos a contaros a continuación los diversos tipos y posibilidades que ofrece el mundo del transporte de los más pequeños en bici para que no os hagáis un lío y podáis elegir la mejor opción para cada caso. Empezaremos con los más pequeñajos.

Silla portabebé para bicicleta

Si queremos montar en bici con un niño con una edad comprendida entre los 6 meses y los 4 años, una de las mejores opciones que tenemos es la de comprar una sillita de bebé para bicicleta. No obstante, hay tantas formas, tamaños, modelos y opciones en el mercado que uno no sabe por donde empezar.

¿Con qué edad podemos poner a un bebé en una sillita para la bicicleta?

La mayoría de los asientos para bebés son adecuados a partir de los seis a nueve meses. El límite inferior depende de la capacidad de su del niño para sentarse sin apoyo, es decir, de poder mantenerse sin apoyos ni cojines. Si todavía no puede hacerlo desaconsejamos llevarlo en bici. Habrá que esperar un poco para que nos acompañe en nuestro deporte favorito, pero es mejor tener precaución en esto ya que pueden sufrir lesiones en el cuello.

Algunas marcas ofrecen asientos para niños de bicicleta reclinables, eso hace que no tengan que mantenerse sentados y podamos transportarlos a cualquier lugar. Si vuestro pequeño no se mantiene todavía, ésta es la única opción que os recomendamos. Además, el bebé podrá quedarse dormido en la bicicleta y echarse una buena siesta sin problemas.

El límite máximo está determinado por el peso del niño y no tanto por su edad. El peso máximo que admiten los asientos más robustos es de 20kg, pero para esa fecha nuestro hijo ya podrá usar sin problemas su propia bici. Es recomendable no sobrepasar nunca el peso máximo ya que la conducción se vuelve peligrosa y el asiento se puede romper.

Soporte de pared para bicicleta marca Meollo

¿Asientos de bici para dos niños?

Es posible poner en la bici dos asientos para niños o dos sillitas portabebés, pero sólo recomendamos esta opción en regiones muy planas y lisas porque en zonas con cuestas o muchos baches, este peso extra y la ruptura de la forma de la bicicleta hace que su conducción sea mucho más difícil. En estos casos es preferible usar un transportan.

Asientos traseros

Si vamos a transportar un sólo niño nos aparece siempre la pregunta de dónde será mejor colocarlo ¿delante o detrás? Está claro que llevándolo delante estaremos más tranquilos porque le podremos ver, pero, un asiento trasero ofrece mayor comodidad en el pedaleo y, por ello más seguridad en la circulación.

Los asientos de bicicleta traseros que podemos encontrar en el mercado son, normalmente de tres tipos:

Soporte de pared para bicicleta marca Meollo

Asiento trasero para bicicleta de fijación suspendida

este tipo de asientos para niños están fijados al bastidor trasero de la bicicleta con un soporte largo que va unido directamente al asiento. Los que se atornillan directamente al bastidor son los más seguros pero no se pueden usar en bicicletas con suspensión trasera. Los padres deben tener en cuenta que el uso prolongado de este tipo de silla portabebé para bicicleta hay que la fijación se vaya deteriorando con el tiempo debido al peso y la vibración. Es necesario vigilar este punto ya que la mayoría están hechos de plástico y éste puede ceder. Si vamos a heredar un asiento de bici es imprescindible comprobar el estado de la fijación. La mayoría de marcas permiten comprar esta pieza aparte, así que no vendrá mal una nueva para garantizar la seguridad de nuestro hijo.

Silla para bebé de bicicleta modelo suspendido

Asiento trasero para bicicleta con anclaje en el portaequipajes

En segundo lugar, tenemos los modelos de asientos para niños de bicicleta que se colocan encima del portaequipajes trasero, fijados al bastidor y asegurados con una correa que ofrece todavía más seguridad. El asiento se puede quitar y poner fácilmente y el portaequipajes se puede usar para transportar mochilas o maletas.

Asiento trasero para bicicleta con anclaje en el sillín

Finalmente tenemos los asientos que se fijan directamente al sillín por medio de tornillos. Este tipo de asientos son extremadamente resistentes y pueden aguantar, sin problemas, un niño de hasta 25 kg, lo cual es muchísimo para su modelo. Este tipo de asiento se ajusta bien en bicis de tamaño medio y grande con la barra superior con forma convencional. Los cuadros pequeños y que tienen barras con forma inclinada pueden causar dificultades a la hora de ajustar el asiento. Por otro lado, los marcos abiertos pueden flexionarse demasiado y vibrar en exceso cuando el niño pesa mucho porque la estructura de la bicicleta es incapaz de sostenerlo. Este modelo, por tanto, lo recomendamos sólo para bicicletas grandes.

Asientos de bicicleta para niños y bebés delanteros

Como ya hemos dicho más arriba, en el mercado hay una amplia variedad de asientos de bicicleta para bebés y niños de tipo delantero pero no los recomendamos. En caso de una caída o de un frenazo repentino la dinámica de la bici hará que vaya hacia delante, lugar donde está el niño, pudiendo llevarse todo el impacto. Si frenamos con él en un asiento trasero, nuestro cuerpo hace de barrera.

En segundo lugar es muy frecuente que el gran tamaño de estos portabebés de bici acabe haciendo que los padres pedaleen torpemente con las rodillas hacia fuera, hecho que afecta al equilibrio. Por otro lado, el niño está más expuesto al frío y al viento directo cuando va delante de la bicicleta, si está detrás, al igual que en el caso de un impacto, nuestro cuerpo le protege del frío directo. En todo caso, los asientos delanteros sólo deberían usarse para niños muy pequeños y de poco peso, de lo contrario pueden desequilibrar la bicicleta.

Soporte de diseño de pared para bicicleta marca Meollo

Precauciones a la hora de llevar por primera vez un niño en un asiento de bicicleta

Antes de salir por primera vez a montar en bicicleta con nuestro hijo en un asiento de este tipo es recomendable darse un paseo con la bici sin el niño para ver cómo se comporta ya que su dinámica se transforma. Aunque os parezca gracioso, los expertos recomiendan pasear con un saco de patatas para que nos acostumbremos al peso. Las frenadas, los giros, la aceleración y la subida de cuestas varía muchísimo cuando en la bicicleta llevamos a un niño. Por otro lado, las patatas no se mueven y los pequeños suelen agitar las piernas. Es más fácil de lo que uno cree caerse con este tipo de asiento. Así que siempre que sea posible comprad esos asientos integrales que tienen piernas y protegen bien los laterales. Si nos caemos, nos llevaremos un susto pero nada más. Simplemente hay que tener cuidado y sentido común ya que parece sencillo pero no lo es.

 

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